Mas Allá De Los Sermones y Las Explicaciones

Mucha de la enseñanza de estudios bíblicos depende de sermones y explicaciones. Este es el caso no solo de la enseñanza de hoy, sino que como la enseñanza se ha desarrollado históricamente. La mayoría de nosotros nos sentimos cómodos con este estilo de enseñanza, ya que ésta ha sido la forma que hemos presenciado en las aulas.

Aunque los sermones y las explicaciones son conocidas para muchos de nosotros, estos métodos de instrucción promueven experiencias de enseñanza menos efectivas.

Cuando alguien te explica o sermonea, ¿cuánto puedes pensar? En general, con este tipo de aprendizaje el instructor explora ideas, piensa sobre estas ideas, hace descubrimientos, trabaja con los retos y oportunidades de aprender, hace conclusiones, sintetiza lo aprendido y finalmente pasa «sus descubrimientos y lecciones» al aprendiz. Bueno, dices, «¿Qué tiene eso de equivocado?»

En esencia, esta forma no deja lugar para el aprendiz que explore las cosas por su cuenta o que pase por lo que el instructor tuvo que descubrir. Sermones y explicaciones suelen ser una comunicación unilateral al aprendiz de conocimiento ya procesado. Desafortunadamente, el aprendiz es dejado afuera del importante paso de descubrir y procesar el conocimiento de por si.

¿Qué otras opciones existen para los instructores? Investigaciones demuestran que métodos activos de instrucción sobrepasan los pasivos, tal como sermones y explicaciones. ¿Qué es entonces una instrucción interactiva? Con este método, el aprendiz es un participante activo en el proceso completo de enseñanza; pensar, explorar, hacer descubrimientos, resolver problemas y sintetizar resultados. El instructor puede guiar a los aprendices en el proceso pero no asume la carga del trabajo de pensar.

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